26 agosto 2015

Liderazgo y emprendimiento empresarial

Uno de los temas referidos a la administración de empresas que más interés está captando en los últimos tiempos, es el liderazgo. Muchos investigadores han escrito sobre ese tema y la mayoría coincide en la importancia que esta tiene para el éxito de las organizaciones, sobre todo en un entorno que se encuentra en constante cambio y que se caracteriza por ser altamente competitivo. En esa misma línea D’Alessio (2010) escribía que “El tema más controversial y de mayor análisis en las escuelas de negocios, en los últimos 25 años, es el liderazgo”. Por tal motivo, los directivos de las empresas, así como las instituciones académicas tratan de formar líderes.



Según Prentice (1961) el liderazgo “consiste en el logro de una meta mediante la dirección de colaboradores humanos. El hombre que organiza exitosamente a sus colaboradores humanos para lograr metas específicas es un líder. Un gran líder es aquel que puede hacerlo día tras día, año tras año, en una amplia variedad de circunstancias”. Las acciones de liderazgo tienen la posibilidad de generar cambios al interior de las organizaciones. En ese sentido, muchos eventos o sucesos de carácter positivo que se manifiestan al interior de las empresas se dan por acción de las personas que, precisamente, están dando muestras de liderazgo. En algunas ocasiones esta surge y se desarrolla de manera espontánea, a partir de los ejecutivos con las que cuentan las organizaciones, y en otras fue promovido o impulsado, como parte de las estrategias implementadas por la alta dirección de la empresa.

Este trabajo se enfoca en la relación que existe entre el liderazgo y el espíritu emprendedor. Según Leiva (2007) el “espíritu emprendedor es la conducta de una persona, que visualiza oportunidades, organiza recursos para aprovecharla y obtiene resultados de ello de diversa índole”. Existen varios tipos de emprendedores, uno de ellos es el emprendedor empresarial, que según el mismo autor son “aquellas personas, hombres y mujeres, que detectan oportunidades de negocios y las aprovechan, beneficiándose con eso ellos mismos, pero a la vez la sociedad, pues generan múltiples beneficios: empleo, mejor distribución de la riqueza, incremento de la competencia o las exportaciones y el desarrollo socioeconómico en general”.

Ejercer el liderazgo o llevar adelante un emprendimiento pueden ser considerados como una genuina expresión personal de valor, porque comprende el asumir responsabilidades, compromiso, y mucha dedicación; en suma exige altas dosis de sacrificio; en cierto modo es un acto heroico. Chatterjee (2001) manifestaba que “todas las grandes iniciativas empresariales pueden perfectamente calificarse de hechos heroicos. Los grandes líderes empresariales, como Akio Morita en Japón, Lee Iacocca en Estados Unidos y Jamsetji Tata en la India, han vivido desafíos de proporciones heroicas”. Si se analiza los efectos del liderazgo empresarial, se convierte en la práctica en un acto de servicio a la comunidad, o al menos al servicio de las organizaciones donde participan y ejercen influencia para producir los cambios positivos que ellos están buscando. Estos cambios no son ejecutados únicamente por el gerente de la empresa, o no siempre el gerente es el líder de la organización; en varios casos son los líderes que en coordinación con los ejecutivos de alto rango hacen que sean posibles los cambios.

Los líderes, o aquellos cuya personalidad y comportamiento los caracteriza como tal, han permitido que se produzcan los cambios decisivos a lo largo de la historia, y el avance de la humanidad. En tal sentido, hubo líderes militares, religiosos, políticos, y si hablamos en otro nivel de las organizaciones sociales, se ha conocido de líderes vecinales, líderes de opinión, entre otros; que surgieron muchas veces de manera espontánea en los momentos más críticos. Existen algunas características tienen en común los líderes, los mismo que los diferencia de las demás personas. Lo primero, sin duda es que tienen mucho valor para desarrollar su actividad emprendedora es decir son aquellos que se atreven a lo que muchos no, que se arriesgan. Quizás tengan temor como cualquier ser humano, pero están dispuestos a sacrificarse. Lo segundo, es que tienen la capacidad de inspirar y motivar a muchas de las personas que los rodea, logra acumular seguidores quienes están dispuestos a realizar todos los esfuerzos en equipo para lograr los objetivos trazados.

Una de las principales explicaciones acerca de por qué se manifiesta el liderazgo en algunas personas es hallada en los rasgos de personalidad, que en parte tiene un componente genético y otra que puede ser desarrollado según las condiciones en las que se desenvuelve el individuo. Un líder podría surgir de manera fortuita, es decir al azar, por lo que en un escenario extremo, una sociedad con poca o nula presencia de personas que reúnan las características y condiciones de los líderes, tendría problemas para desarrollarse. También mucho depende de la voluntad y decisión personal. Al respecto, dos reconocidos investigadores escribían lo siguiente:
Quienes están dispuestos a trabajar en desarrollarse y adquirir mayor conciencia de sí mismos pueden casi con certeza evolucionar en el tiempo hacia líderes verdaderamente transformacionales. Pocos podrán convertirse en alquimistas, pero muchos tendrán el deseo y el potencial de convertirse en Individualistas y Estrategas. Las corporaciones que ayuden a sus ejecutivos y equipos de liderazgo a examinar sus lógicas de acción pueden cosechar grandes beneficios. (Rooke y Torbert, 2005).
¿Existe alguna relación entre liderazgo y emprendimiento empresarial? Por supuesto que sí, el emprendimiento empresarial es una expresión de liderazgo, cuyas decisiones en torno a ello han exigido mucho valor de los emprendedores,  sobre todo si la empresa ha sido mantenida con éxito durante considerable tiempo. Según Tedesco (2012) “Todo emprendedor, desde el más humilde hasta los empresarios reconocidos ejercen el liderazgo (…) El solo acto de emprender implica que alguien será influenciado; que alguien –uno, poco o muchos- seguirá una idea, la idea del emprendedor”.



La actividad emprendedora permite determinar la dinámica que adoptará un determinado país, si este logrará desarrollarse y en qué tiempo. Por otro lado, la presencia del liderazgo en la actividad emprendedora es determinante para que esta tenga éxito, por lo que podría afirmarse que el liderazgo y la empresa son determinantes para el desarrollo y crecimiento económico de los países, en un contexto de libre mercado. En este sentido, surge otra vez la clásica pregunta: ¿el líder nace o se hace? Porque si se limita a la afirmación de que el líder nace, podríamos deducir que el desarrollo de un país también está sometido al azar. Sin embargo no es así, las naciones ricas invierten mucho más en capital humano, en investigación y desarrollo, y sobre todo se fomenta la actividad emprendedora. De esta manera se crea un ambiente más propicio para el surgimiento de los líderes empresariales.

El liderazgo y la actividad empresarial han permitido la transformación de la naturaleza, y sobre todo ha mejorado la calidad de vida de las personas. Los emprendedores, quienes con sus acciones permiten el nacimiento y desarrollo de nuevas empresas han logrado aglutinar a un conjunto de personas que han creído en su proyecto o visión, y junto a ese equipo organizaron las empresas que en un principio fueron pequeñas, para luego en base a mucho esfuerzo convertirse en organizaciones complejas donde trabajan miles de personas, produciendo y transportando bienes y servicios hacia lugares tan distantes del planeta.

Los grandes viajeros de épocas antiguas estuvieron armados con muchas de las fortalezas del líder, porque solo de esa manera pudieron mantener a las numerosas personas que formaron parte de sus misiones, con entusiasmo y energía para seguir adelante en un largo y sacrificado viaje, hasta descubrir nuevos territorios bastante alejados de sus hogares. En este sentido Varela (2001) afirmaba que “El espíritu empresarial desempaña un papel básico en todo proceso de desarrollo humano y social. Este espíritu sacó al ser humano de su estado primitivo (…), produjo las grandes cultura antiguas, (…) produjo los grandes exploradores y viajeros”. Si el contingente que acompañaba al líder explorador se hubiese tratado únicamente de esclavos, como se caracterizaba en las épocas antiguas, no hubiese sido posible esos grandes descubrimientos, porque las personas sin motivación e inspiración alguna no hubieran logrado grandes proezas.

Adizes (1994) afirmó que “las organizaciones [empresas], al igual que los seres vivos, tienen sus ciclos de vida, sufren las luchas y dificultades normales que acompañan a cada una de las etapas de los ciclos de vida organizativos y afrontan problemas de transición durante su paso a la etapa de desarrollo siguiente”. En tal sentido, solo un nuevo impulso a cargo de personas que se atrevan al cambio, les permitirá dar un nuevo salto hacia adelante. Las empresas cuyos líderes no actuaron en el momento oportuno, dando lugar al impulso necesario; fueron los que se estancaron y finalmente desaparecieron, hecho que en numerosas ocasiones ha ocurrido. Lo contrario hubiese ocurrido si estas empresas hubieran contado con alguien que ejerza el liderazgo adecuado para los cambios que se estaban produciendo. En ese escenario, otro hubiese sido el destino de la organización, quizás sería una nueva gran empresa o una transnacional con miles de millones de dólares en activos.

Las grandes empresas fueron obra de exploradores, pioneros, aventureros y emprendedores. Todos ellos reunían sin duda las características de un líder, quienes con su trabajo diario, su capacidad de comunicar y su ejemplo; inspiraron a sus seguidores. Ellos actuaron con decisión y orientaron sus esfuerzos a fin de sacar adelante a sus respectivas empresas.

Referencias

Adizes, I. (1994) Ciclos de vida de la organización. Madrid, España: Ediciones Diaz de Santos.
Chatterjee, D. (2001) El liderazgo consciente: Un peregrinaje hacia el control. Barcelona, España: Granica.
D’Alessio, F. (2010) Liderazgo y atributos gerenciales: Una visión global y estratégica. México: Pearson.
Leiva, J. (2007) Los emprendedores y la creación de empresas. Costa Rica: Editorial Tecnológica de Costa Rica.
Prentice, W. (1961) Comprendiendo el liderazgo. Los clásicos HBR. Recuperado el 10 de enero del 2014 de cid.bcrp.gob.pe/biblio/Papers/Documentos/clasicos2006.pdf‎
Rooke, D. & Torbert, W. (2005) Siete transformaciones del liderazgo. Harvard Business School Publishing Corporation.
Tedesco, M. (2012) Liderazgo y emprendedurismo. Estados Unidos: Serie: Cultura y Empresa Latinoamericana
Varela, R. (2001) Innovación empresarial: Arte y ciencia en la creación de las empresas. Colombia: Prentice Hall.

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