de Jorge Berrocal
Estando próximo a cumplirse los 20 años de la captura de Abimael Guzman, podemos observar que en los ultimos días se han publicado en diferentes medios periodísticos varias columnas de opinión y reportajes en relación al tema. En tal sentido se observa nuevamente que los políticos y periodistas de izquierda o aquellos que se caracterizan por un antifujimorismo que raya con el odio irracional, pretenden imponer nuevamente el argumento de que Fujimori no derrotó al terrorismo. Para muestra citaremos fragmentos de un reciente artículo de opinión publicado en el Diario La República cuya autora es la conocida periodista Claudia Cisneros.
Al respecto resulta necesaria hacer algunas precisiones que son importantes.
El 5 de abril de 1992 se produjo un golpe de estado encabezado por el Ing. Alberto Fujimori asumiendo de esta manera el poder total y la responsabilidad sobre los actos del estado peruano. En consecuencia, a partir de esa fecha todos los operativos organizados por el comando de las Fuerzas Armadas y de la Policia Nacional, sean estos positivos o perjudiciales, se encontraban en el ámbito de la responsabilidad del presidente. En la práctica el presidente ejercía de manera dictatorial el control total de esas instituciones por no tener ningún contrapeso en otros estamentos del estado, toda vez que había disuelto al congreso de la república. Inclusive los fujimoristas reconocen esa situación, agregando que el periodo dictatorial termina en diciembre de ese mismo año con la instalación del Congreso Constituyente Democrático (CCD). En efecto, el 22 de noviembre del 1992 se habían realizado las elecciones al CCD, y esta se instaló el 30 de diciembre de ese mismo año; por lo que, al menos formalmente, a partir de esa fecha se ponía término al periodo donde el presidente de la república ejercía el poder total.
En el periodo iniciado con el golpe de 1992, es decir aquel donde el Ing. Fujimori tenía el poder total, ocurren tres hechos con impacto significativo en la historia reciente del Perú, el primero esta integrado por los crímenes de Barrios Altos y La Cantuta, y el segundo es la captura de Abimael Guzman líder de Sendero Luminoso.
En la actualidad el Ing. Alberto Fujimori está purgando condena con el argumento o sustento de la "teoría del dominio del hecho" que no quiere decir otra cosa que ,como ejercía el control total, tenía que haber conocido u ordenado la ejecución de los crímenes mencionados. Lo impresionante, por tamaña mezquindad, es que quienes levantan esos argumentos, son los primeros en retirar el crédito al ex presidente por el logro innegable de su régimen al haber desarticulado el movimiento terrorista con la captura de su líder y de otros cabecillas.
Es evidente y resulta hasta grotesco ese "doble rasero" cuando algunos "interpretan" los hechos con el único objetivo de cobrar venganza y así satisfacer sus bajos deseos dominados por el odio y resentimiento que guardan. Seguramente se trata de esa actitud negativa y destructiva que consiste en oponerse al que tiene éxito. Es preciso tener en cuenta que muchos de ellos fueron los políticos derrotados por Fujimori en las numerosas elecciones que hubieron durante ese régimen, y por eso no es casualidad que parte ellos sean seguidores del mayor de todos los derrotados, el novelista Mario Vargas Llosa. Inclusive hoy en día ningún político tendría probablemente la capacidad de derrotar a Fujimori en unas elecciones. ¿Será acaso otra de las razones por la que se encuentra en prisión? Con el tiempo sabremos más.
Estando próximo a cumplirse los 20 años de la captura de Abimael Guzman, podemos observar que en los ultimos días se han publicado en diferentes medios periodísticos varias columnas de opinión y reportajes en relación al tema. En tal sentido se observa nuevamente que los políticos y periodistas de izquierda o aquellos que se caracterizan por un antifujimorismo que raya con el odio irracional, pretenden imponer nuevamente el argumento de que Fujimori no derrotó al terrorismo. Para muestra citaremos fragmentos de un reciente artículo de opinión publicado en el Diario La República cuya autora es la conocida periodista Claudia Cisneros.
"Al fin comienza a emerger y difundirse la VERDADERA historia de la captura de Abimael Guzmán y la derrota al terrorismo, y no las fantasías oportunistas y marketeras machacadas por el fujimorismo (...) Fujimori NO derrotó a Sendero. Fujimori NO capturó a Abimael Guzmán. Fujimori y Montesinos tenían otra estrategia en marcha, la de la guerra de baja intensidad con el grupo paramilitar Colina, asesinando salvajemente, sin preguntar, a terroristas o inocentes, a sindicados sin pruebas, estudiantes sospechosos y hasta a niños, y generando respuestas más brutales por parte del terrorismo".En el párrafo anterior es evidente el grado de antipatía de su autora hacia el fujimorismo. Las palabras en mayúscula solo denotan el deseo de gritar e imponer una postura, en ese sentido se observa mucha emoción destructiva, sin ningún ápice de objetividad en todo lo expresado. En el siguiente párrafo puede apreciarse el verdadero deseo de su autora y hacia que linea apunta.
"Por eso cuando el 12 de setiembre de 1992 cayó Guzmán, ni Fujimori ni Montesinos pudieron arrebatarles en ese momento el crédito. Porque no sabían que estaba por caer, porque no sabían en qué andaban los miembros del Gein. Fujimori ni siquiera estaba en Lima. Y no fue casualidad (...) La verdad siempre emerge aunque toda una maquinaria política-delincuencial haya querido maquillarla por décadas (...) Y por fin, desenmascarar al fujimorismo".
Al respecto resulta necesaria hacer algunas precisiones que son importantes.
El 5 de abril de 1992 se produjo un golpe de estado encabezado por el Ing. Alberto Fujimori asumiendo de esta manera el poder total y la responsabilidad sobre los actos del estado peruano. En consecuencia, a partir de esa fecha todos los operativos organizados por el comando de las Fuerzas Armadas y de la Policia Nacional, sean estos positivos o perjudiciales, se encontraban en el ámbito de la responsabilidad del presidente. En la práctica el presidente ejercía de manera dictatorial el control total de esas instituciones por no tener ningún contrapeso en otros estamentos del estado, toda vez que había disuelto al congreso de la república. Inclusive los fujimoristas reconocen esa situación, agregando que el periodo dictatorial termina en diciembre de ese mismo año con la instalación del Congreso Constituyente Democrático (CCD). En efecto, el 22 de noviembre del 1992 se habían realizado las elecciones al CCD, y esta se instaló el 30 de diciembre de ese mismo año; por lo que, al menos formalmente, a partir de esa fecha se ponía término al periodo donde el presidente de la república ejercía el poder total.
En el periodo iniciado con el golpe de 1992, es decir aquel donde el Ing. Fujimori tenía el poder total, ocurren tres hechos con impacto significativo en la historia reciente del Perú, el primero esta integrado por los crímenes de Barrios Altos y La Cantuta, y el segundo es la captura de Abimael Guzman líder de Sendero Luminoso.
En la actualidad el Ing. Alberto Fujimori está purgando condena con el argumento o sustento de la "teoría del dominio del hecho" que no quiere decir otra cosa que ,como ejercía el control total, tenía que haber conocido u ordenado la ejecución de los crímenes mencionados. Lo impresionante, por tamaña mezquindad, es que quienes levantan esos argumentos, son los primeros en retirar el crédito al ex presidente por el logro innegable de su régimen al haber desarticulado el movimiento terrorista con la captura de su líder y de otros cabecillas.
Es evidente y resulta hasta grotesco ese "doble rasero" cuando algunos "interpretan" los hechos con el único objetivo de cobrar venganza y así satisfacer sus bajos deseos dominados por el odio y resentimiento que guardan. Seguramente se trata de esa actitud negativa y destructiva que consiste en oponerse al que tiene éxito. Es preciso tener en cuenta que muchos de ellos fueron los políticos derrotados por Fujimori en las numerosas elecciones que hubieron durante ese régimen, y por eso no es casualidad que parte ellos sean seguidores del mayor de todos los derrotados, el novelista Mario Vargas Llosa. Inclusive hoy en día ningún político tendría probablemente la capacidad de derrotar a Fujimori en unas elecciones. ¿Será acaso otra de las razones por la que se encuentra en prisión? Con el tiempo sabremos más.