En los últimos años hemos sido testigos de noticias muy alentadores en el campo de la economía peruana, sabemos del crecimiento que viene experimentando nuestra economía gracias a las reformas que se implementaron en el gobierno de Alberto Fujimori y a la continuación del modelo en los siguientes gobiernos. Si bien felizmente hay el consenso mayoritario de mantener el modelo económico que es exitoso, la cuestión es que hacer de ahora en adelante con los recursos que ahora sí contamos para hacer del Perú un país desarrollado del primer mundo. Seguramente hay políticas que podría implementarse en el campo macro económico, pero la propuesta que presentaré a continuación tiene que ver con otras que por su impacto son muy importantes, hasta quizás imprescindibles para dar ese gran salto. Estas ideas están orientadas a contribuir con el debate y diseño de las políticas en el orden social a implementarse o mejorar en nuestro país.
Primero hay tener muy claro que lo más importante de toda nación son las personas, es decir la población que la conforma. Esta población tiene que tener asegurada su alimentación bajo el principio de una nutrición saludable. La prioridad siempre debiera empezar con el ser humano de menor tiempo de existencia, iniciándose desde la concepción y seguir así en ese orden. El estado debe otorgar de manera gratuita alimentos a los sectores más desposeídos de la población, pero nunca sin una condición de por medio. Las familias pobres que cumplan con brindar una buena nutrición de sus menores hijos debieran tener incentivos. Se debe otorgar alimentos en los colegios públicos que comprendan no solo desayunos, si no además almuerzos escolares. la inversión en estos programas sociales estaría generando puestos de trabajo y dinamizando la economía.
La clave es lo siguiente: está bien otorgar incentivos, pero estos no deben ser otorgados "sin recibir algo a cambio" este algo podría ser cualquier acción o resultado que este en orientado a favor de la sociedad. Una persona sana y con buena calificación académica es un bien para la sociedad. Es por tal motivo que el programa gubernamental Pensión 65 no es óptimo.
Esta población tiene que gozar de una buena salud pública tanto mental como física. En tal sentido, debe implementarse los incentivos económicos necesarios para promoverla. Se debe atender con prioridad a los sectores más pobres de la población, las personas deben tener asistencia psicológica gratuita desde edades tempranas con incentivos para aquellas familias que lo efectúan, es decir otorgar dinero efectivo por llevar a un miembro de familia a un centro de atención; de manera similar, todos los niños tienen que tener un control de salud en un centro médico.
El principio es el siguiente: incentivo económico a todos aquellos que pertenecen al sector pobre de la población por efectuar el control y tratamiento de su salud. Esta propuesta tiene por finalidad evitar que las personas tengan problemas de salud o disfuncionales que afecten al resto. En el campo de la salud mental un ejemplo es el caso de las personas violentas o delincuentes que hacen daño a la sociedad y generan algo que podríamos denominar pérdida social.
La población debe contar con una buena educación que le permita tener las calificaciones para ser productivo en el área que corresponda. Hay mucho por trabajar en la educación pública estatal para que sea de calidad, pero esa debiera ser un objetivo nacional. Se debe trabajar bastante un sistema de becas, pero el capital humano formado mediante este sistema debe ser puesta al servicio del país.
La inversión en infraestructura pública deberá seguir constante y progresiva, esta inversión también permitirá dinamizar la economía nacional.
Se debe seguir construyendo un sentimiento de orgullo e identificación nacional que favorezca la unidad. En tal sentido se debe poner en valor toda nuestra riqueza cultural.
Debe pensarse en la sostenibilidad, para lo cual si es importante un centro de planificación estratégica del Perú, el mismo que debe adquirir mayor importancia.
Si bien todos estos planteamientos parecieran tener una orientación de elevar el grado de intervención estatal en los aspectos políticos sociales y económicos; en realidad no es esa la finalidad. No es conveniente un estado intervencionista como lo propugnan los socialistas. La liberalización de la economía peruana ha permitido el crecimiento de nuestro país y esta debe mantenerse. El estado debe seguir encargándose de la regulación y de promover la inversión privada sea esta nacional o extranjera.
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